Consideramos que existen disfunciones sexuales cuando una de las etapas de la actividad sexual esta dificultando o impidiendo el mantenimiento de relaciones satisfactoriamente. Estas etapas son: el deseo, la excitación, el orgasmo y la resolución.
Las disfunciones sexuales más comunes son: la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, la eyaculación retardad, el trastorno orgásmico, la dispareunia y el vaginismo.
El motivo de estas disfunciones puede ser físicas o psicológicas. Por ello, es necesario realizar una evaluación de ambas áreas.
Con la aparición de estas dificultades durante las relaciones sexuales, se crean múltiples preocupaciones y pensamientos automáticos en ambos miembros de la pareja. Como puede ser el miedo al fracaso, a la frustración o el descontento del otro miembro. Por parte de la pareja implicada, aparece el miedo a ser parte del problema, no siendo lo suficientemente deseado, así como sentimientos de frustración, impotencia y cansancio ante esta situación.
En gran parte de los casos, la relación sexual se comienza a vivir más como una situación de estrés en lugar de algo placentero, esto provoca la evitación de esta situación.
Cuando esto ocurre, el problema sexual comienza a influir en las muestras de cariño y afecto provocando un distanciamiento físico en la pareja y no solo solo en lo sexual, si no en besos, abrazos e incluso palabras. Por lo que, según la dificultad sexual se va cronificando, se va renunciando a la mayoría de los acercamientos afectivos.
Para poder recuperar estas áreas afectadas es necesario acudir a terapia de pareja. Si necesitas más información, no dudes en contactar con nosotros. En Clasifical Psicólogos disponemos de personal cualificado que te acompañará y aconsejará durante todo el proceso.