Es un hecho sabido que el lugar que se ocupa entre los hermanos afecta en el desarrollo y en las características de las personas y a su vez ocurre que cada familiar se relaciona con él de diferente manera en función del lugar que ocupa.
Cada uno de los hijos de la unidad familiar ocupa un rol dentro del grupo y es rol está también está influenciado por la posición que se ocupa en la familia. Esto no se debe de entender como algo determinante, pues cada individuo vive y experimenta las cosas de muy diferente manera y por tanto la influencia en sus características puede ser distinta en función de esta variable. Son también importantes las actitudes que los padres tienen con cada hijo en general y/o en función del lugar que ocupa el hijo entre los hermanos.
El comportamiento y la actitud del hermano mayor es fundamental para el resto de los hermanos. Tener un hermano mayor, supone tener un referente, supone tener un modelo del cual aprender y a quien imitar desde que el menor nace, es una fuente de estimulación cercana, continua y directa.
Un hermano mayor cuida, defiende y protege al hermano menor, a la vez que asume una responsabilidad (que en ocasiones no le corresponde) por el bienestar del pequeño. Cuanto mayor es la diferencia de edad menos probable es que aparezcan celos o rivalidad y más se dan las actitudes de cuidado, protección y apoyo al menor.
El hermano mayor aporta una visión del mundo exterior que es desconocido por el pequeño, puede enseñarle sus gustos, sus aprendizajes ya establecidos, sus creencias instauradas, en definitiva, le abre una ventana al mundo cada día.
El primogénito va abriendo camino a los pequeños en la flexibilización de ciertas normas o pautas de educación paternas y es una figura importante en la formación de la personalidad del menor.
¿Y uno muy pequeño?
Tener un hermano pequeño supone múltiples ventajas. En general, ayuda a aprender a compartir, atender, colaborar en el cuidado. Los hermanos menores suelen tener normas más flexibles que los primogénitos y la figura de autoridad que el hermano mayor intente mostrar al pequeño en general no va a ser aceptada por este.
Con cada cambio que experimenta el hermano pequeño, el mayor puede reconocer lo que siente por la experiencia vivida y se muestra partícipe del crecimiento y del desarrollo del hermano menor.
Es muy importante el enfoque de los padres en las pautas de educación a sus hijos, las actitudes que adopten para cada uno de los hijos en función del lugar que ocupan en la jerarquía entre hermanos. Si los padres son excesivamente autoritarios, se facilita que los hijos se unan y se posicionen juntos frente a las normas paternas
¿Cómo evoluciona la relación conforme van creciendo y hasta que ya son todos adultos?
La relación que se establece entre los hermanos en la unidad familiar depende de múltiples variables, influye el sexo de los hermanos, el orden en la jerarquía, el número de hermanos, las actitudes de los padres, los caracteres, en fin, que el tipo de relación entre los hermanos en general y entre los que se llevan mucha edad está sujeto a multitud de variables, lo que hace difícil la generalización.
La diferencia de edad supone estar en puntos diferentes del desarrollo y por tanto distintos grados de madurez general y muy diferentes necesidades e inquietudes individuales, variables que obviamente son determinantes en las relaciones humanas en general y entre hermanos en particular.
La relación de los hermanos con mucha diferencia de edad, hasta acercarse a la edad adulta es muy diferente a la que se establece entre hermanos con edades similares debido a que los intereses, los juegos y/o los amigos son diferentes. En la edad adulta, se van equiparando las circunstancias y los intereses de ambos y la relación se establece más en términos de igualdad.
En la edad adulta, la buena o mala relación entre los hermanos no está determinada por la edad entre ellos, más bien, depende de similitud de intereses, valores, formas de ver la vida, esquemas mentales, etc…
¿Suele haber más o menos conflictos entre ellos cuando hay mucha diferencia?
Parece que la diferencia de edad puede influir en las relaciones entre hermanos y dar lugar a algún conflicto. Algunos estudios demuestran que los niños con menos de dos años de diferencia suelen tener más peleas que los que tienen mayor diferencia de edad.
Cuanta mayor es la diferencia es más probable que el mayor pueda entender los motivos de las reacciones del menor y ser por tanto mas comprensivo y evitar más de una discrepancia.
Cuando hay mucha diferencia de edad, se evitan los conflictos de intereses, no se pelearán por lo que habitualmente se pelean los hermanos con poca diferencia de edad (juguetes, tele, querer la misma cosa en el mismo momento) dado que sus intereses y deseos son similares y ambos quieren conseguirlos.
En edades tempranas las peleas suelen ser frecuentes y sin trascendencia, pero llegados a la edad adulta, las diferencias en personalidad, intereses o manera de ver la vida, pueden dar lugar a discrepancias mal gestionadas entre los hermanos sin que tenga mucho que ver la diferencia de edad. Las relaciones entre hermanos, en ocasiones y por circunstancias vitales pueden llegar a ser muy complicadas.
Cuando la diferencia de edad es elevada puede conllevar importantes diferencias generacionales y por tanto dificultad en el entendimiento entre ambos.
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