El mal uso o el abuso de Internet por parte de niños y adolescentes implica una serie de riesgos para su salud y desarrollo. A rasgos generales podrían dividirse los riesgos en 3 categorías: la cantidad de uso, el contenido y las relaciones interpersonales.
Cuando se realiza un uso abusivo de Internet, dedicando más horas de las que deberían ser convenientes, se originan diversos problemas a nivel psicológico como las somatizaciones (debido a las posturas y movimientos que se realizan) o el desarrollo de una adicción a Internet (debido a la facilidad de uso, al contenido adictivo como juegos, sexo o apuestas, entre otros, a la inmediatez, al bajo coste y a la intimidad que impera).
En cuanto a las somatizaciones, se ha gestado una nueva patología proveniente de movimientos repetitivos al usar este recurso y que provoca dolor en las articulaciones de la mano.
También guarda relación con problemas de obesidad, ya que el uso de Internet promueve una vida sedentaria.
La posibilidad de permanecer desde el anonimato y así, dar satisfacción a necesidades que de otra forma no se darían, hace que incremente Internet como adicción.
Riesgos del contenido de Internet
En cuanto al contenido, la falta de fiabilidad en muchas publicaciones o información que circula por la red, es uno de los motivos por los que más preocupa Internet. Los contenidos más perjudiciales para el niño o adolescente son los relacionados con el sexo (pornografía) y a la violencia.
También, por la existencia en Internet de delitos comunes como la extorsión, el robo y la estafa. El problema de todo esto es que estos contenidos tan negativos para todos pero especialmente para la población infanto-juvenil, son muy accesibles y se puede llegar a ellos sin ni si quiera haberlos buscado deliberadamente, al igual que los virus o el correo basura (spam).
Relaciones interpersonales
Por último, el tema de las relaciones interpersonales supone un grave riesgo sobre todo en edades más tempranas ya que tienen menos recursos para detectar cuándo están conversando por la red con amistades peligrosas, ya que son más inocentes y no desconfían tanto de otras personas. Por desgracia, lo más común de este tipo de “amistades” es que detrás de ella nos encontremos con un adulto con tendencias pederásticas que con frecuencia realiza un acoso al menor para intentar conseguir que satisfaga sus necesidades sexuales, como por ejemplo el gromming, que consiste en que el menor se desnude delante de la cámara web.
Del mismo modo, pueden ser los menores quienes ejerzan un mal uso de Internet, usando o suministrando ellos mismos pornografía infantil o acosando a otras personas a través de chats.
Prevenir los riesgos de Internet
Para dar un buen uso a Internet y por tanto, prevenir que se desarrollen problemas como los que hemos comentado anteriormente, tenemos que ofrecer una educación segura respecto al tema para que los niños entiendan y conozcan los riesgos, pero al mismo tiempo que les dé confianza y puedan utilizar el recurso de la mejor manera posible, por ejemplo, ofreciendo una estrategia de búsqueda, hablando de contenidos sorprendentes o desagradables donde se promueva la sinceridad y confianza, o dando la posibilidad de denunciar contenidos ilegales. Al mismo tiempo, enseñarles que deben evitar ciertas cosas, como dar a conocer datos privados, hablar con desconocidos o tener citas a ciegas, y lo más importante, evitar dar un uso excesivo a internet.
Al mismo tiempo, los padres deben asumir responsabilidad haciendo que el ordenador se encuentre en zonas comunes, que puedan haber utilizado herramientas de filtro para distintas búsquedas inapropiadas y así dar prioridad al uso de “espacios seguros”.
Dinos que te ha parecido este artículo, Puntúa (DE 1 A 5 ESTRELLAS).